lunes, 18 de noviembre de 2019

link sobre sexualidad responsable

https://www.youtube.com/watch?v=Rm6WwkxFlGY




https://www.youtube.com/watch?v=lXvCqJitrzw

muy buenas canciones

canciones que tocan el tema del sexo

https://www.youtube.com/watch?v=ETVV404OzTA



https://youtu.be/vWT2tM5vCFQ


https://youtu.be/g3mekcQhBxo

Por qué es importante la educación integral en sexualidad

¿Sabía usted que a nivel mundial solo un 34% de los jóvenes puede dar prueba de un conocimiento preciso sobre la prevención y la transmisión del VIH? ¿Que en algunas partes del mundo dos de cada tres niñas no tienen idea de lo que les estaba pasando cuando tuvieron su primera menstruación? Aquí algunos motivos por los que es urgente proponer una educación integral y de calidad en sexualidad (EIS).
Este mes, la UNESCO publicó una edición revisada de las Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad  que promueve la educación sexual integral de calidad, así como como la igualdad de género, y empodera a niños y jóvenes para que lleven una vida sana, segura y productiva.
¿Qué es la educación integral en sexualidad (EIS)?
La educación integral en sexualidad es un proceso de enseñanza y aprendizaje basado en planes de estudios que versa sobre los aspectos cognitivos, psicológicos, físicos y sociales de la sexualidad. Su propósito es dotar a los niños y jóvenes de conocimientos basados en datos empíricos, habilidades, actitudes y valores que los empoderarán para disfrutar de salud, bienestar y dignidad; entablar relaciones sociales y sexuales basadas en el respeto; analizar cómo sus decisiones afectan su propio bienestar y el de otras personas; y comprender cómo proteger sus derechos a lo largo de su vida y velar por ellos.
¿Por qué los jóvenes necesitan recibir la educación integral en sexualidad?
Demasiados jóvenes reciben información confusa y contradictoria sobre las relaciones y el sexo a medida que hacen la transición de la niñez a la edad adulta. Ello ha conducido a un aumento de la demanda por parte de los jóvenes de información confiable que los prepare para llevar una vida segura, productiva y satisfactoria. Correctamente enseñada, la educación integral en sexualidad responde a esta demanda, empoderando a los jóvenes para que tomen decisiones fundamentadas en lo que respecta a las relaciones y la sexualidad, ayudándolos a desenvolverse en un mundo donde la violencia y las desigualdades basadas en el género, los embarazos precoces y no deseados, y el VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS) continúan planteando graves riesgos para su salud y bienestar. Asimismo, una educación integral de calidad en sexualidad deficiente o inexistente, adaptada a la edad y a la etapa de su desarrollo, expone a los niños y jóvenes a una situación de vulnerabilidad frente a las conductas sexuales negativas y a la explotación sexual.
La educación integral en sexualidad desempeña un papel esencial en la salud y el bienestar de los niños y jóvenes. Al aplicar un enfoque basado en los educandos no sólo proporciona a los niños y jóvenes, progresivamente y en función de su edad, una educación basada en los derechos humanos, la igualdad de género, las relaciones, la reproducción, el comportamiento sexual de riesgo y la prevención de enfermedades desde una perspectiva positiva, poniendo de relieve valores tales como el respeto, la inclusión, la no discriminación, la igualdad, la empatía, la responsabilidad y la reciprocidad.
¿Qué demuestran los datos sobre la educación integral en sexualidad?
Existen pruebas significativas del impacto de la educación en sexualidad sobre el comportamiento sexual y la salud. Los datos ponen de relieve que:
  • La educación en sexualidad tiene efectos positivos, entre ellos un aumento del conocimiento de los jóvenes y una mejora de su actitud en lo que respecta a la salud y los comportamientos sexuales y reproductivos.
  • La educación en sexualidad, tanto en la escuela como fuera de ella, no aumenta la actividad sexual, el comportamiento sexual de riesgo o los índices de ITS y VIH.
  • Se ha demostrado que los programas que promueven únicamente la abstinencia no tienen ningún efecto en el retraso de la iniciación sexual ni en la reducción de la frecuencia de las relaciones sexuales o el número de parejas sexuales, mientras que los programas que combinan el retraso de la actividad sexual con el uso de preservativos u otros métodos anticonceptivos resultan eficaces.
  • Los programas “centrados en el género” tienen una eficacia considerablemente superior a la de los programas que no integran consideraciones de género a la hora de alcanzar resultados en materia de salud como la reducción de los índices de embarazo no deseados o de ITS.
  • La educación en sexualidad logra mejores resultados cuando los programas escolares se complementan con la participación de padres y docentes, de los institutos pedagógicos y los servicios de salud pensados para los jóvenes.
¿Por qué son necesarias las Orientaciones técnicas sobre educación en sexualidad?
Los países reconocen cada vez más la importancia de dotar a los jóvenes de los conocimientos y las habilidades que necesitan para tomar decisiones responsables con sus vidas. La educación integral en sexualidad empodera a los jóvenes al mejorar sus capacidades de análisis, de comunicación y otras capacidades útiles para la vida con miras a garantizar la salud y el bienestar en términos de sexualidad, derechos humanos, valores, relaciones sanas y respetuosas, normas culturales y sociales, igualdad de sexos, no discriminación, conducta sexual, violencia y violencia de género, consentimiento, abuso sexual y prácticas negativas.
¿Cuáles son las novedades en las Orientaciones?
La primera edición de las Orientaciones técnicas internacionales publicada en 2009 permitió, ante todo, integrar la educación en sexualidad en el marco de las respuestas al VIH. No obstante, aunque la prevención del VIH sigue siendo importante, los hechos constatados y la práctica demuestran que la pertinencia de la educación en sexualidad se aplica también a otros problemas no sólo relacionados con la salud sexual y reproductiva de los jóvenes, sino también con su bienestar general y desarrollo personal.
La edición revisada de las Orientaciones presenta a la sexualidad desde una perspectiva positiva, al reconocer que la sexualidad integral significa mucho más que una enseñanza sobre la reproducción, los riesgos y las enfermedades. Dicha edición reafirma el lugar que ocupa la educación sexual en el marco de los derechos humanos y la igualdad de género. Asimismo, refleja el aporte de la educación sexual en materia de salud sexual y reproductiva, así como el cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030 en lo relativo a la salud y al bienestar, a la calidad y a la educación inclusiva, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.

Sexualidad saludable y responsable

La sexualidad forma parte del ser humano desde su concepción, evolucionando a lo largo de la vida y el entorno social condiciona este desarrollo.

Los conocimientos sobre la sexualidad y las actitudes varían según la edad, el sexo y el nivel sociocultural. Por lo tanto surgen dudas ante concepciones negativas, informaciones y creencias erróneas que limitan la capacidad de tomar decisiones respecto a como vivir tu propia sexualidad.

En estos momentos la sexualidad en los adolescentes y jóvenes está mediatizada por la televisión, cine, publicidad,... hacia el acto sexual, pero esto es sólo una parte de un todo mucho más complejo estimulante y enriquecedor para el individuo (como la amistad, las relaciones con otros, el sentimiento de afecto, cariño, complicidad y comprensión entre dos personas). La sexualidad en el ser humano es bastante más que el coito y, expresiones como abrazos, caricias, besos forman parte de la relación sexual y son tan satisfactorios como las anteriores.

La sexualidad incluye todo un mundo de relaciones afectivas y sentimientos que constituyen una facultad humana esencial.

Una sexualidad saludable nos permite disfrutar de una vida plena.

LO PRIMERO, ES INFORMARTE ADECUADAMENTE.

Consulta estas páginas, pueden ayudarte.

¿Por qué necesitamos una educación sexual?

Seguro que habrás oído comentarios como...
  • " Los jóvenes no necesitan información sobre la sexualidad "... Los jóvenes tienen una gran necesidad de información en este aspecto y lo más probable que si no se les da, la reciban de fuentes inadecuadas independientemente de que los adultos quieran o no, generando con frecuencia dudas, ideas erróneas, miedos y falsas expectativas.
  • " Incitan a las relaciones sexuales en jóvenes "... No. Precisamente el conocimiento de la conducta sexual ayuda a asumir responsabilidades y afrontar los acontecimientos con conocimiento y madurez.
  • " Eso es responsabilidad de los padres ", " ya se hace en la escuela " ... La educación sexual es un proceso continuo en el que en cada momento recibimos información. Se realiza formalmente en la escuela, pero también de manera informal en la familia, grupos de amigos, medios de comunicación... Es necesario que exista coherencia y coordinación entre los diferentes ámbitos de información para que vosotros, los jóvenes asumáis progresivamente conductas responsables.

    Entonces, la sexualidad es...

  • Un derecho de los jóvenes, que debe ser satisfecho desde la familia, la comunidad y las instituciones.
  • Una responsabilidad de todos, que debe basarse en una información veraz y objetiva y en el desarrollo de una actitud positiva y responsable, no en un conjunto de normas sobre lo que se debe o no se debe hacer.
  • Favorecer el diálogo sobre sexualidad en la familia, centros educativos,...
  • Un proceso de comunicación basado en el diálogo, la franqueza y el respeto mutuo. Adaptado a cada edad y a los intereses de los jóvenes. Ayuda a conocerse, a ser responsables y a eliminar miedos y falsedades.
  • Dar respuestas sinceras a todas aquellas preguntas que realicen los jóvenes sobre sexualidad, relativas al cuerpo, sentimientos...
  • Contribuir a que acepten su cuerpo de forma positiva y que valoren la capacidad de relación que este les brinda.
  • HACER LLEGAR UNA INFORMACIÓN FIABLE, REALISTA Y VERÍDICA, QUE OS AYUDE A REFLEXIONAR, COMPRENDER Y TOMAR VUESTRAS PROPIAS DECISIONES EN TODAS AQUELLAS CUESTIONES QUE EN ESTE TEMA OS AFECTAN Y, PERMITIROS DISFRUTAR DE LO QUE SOIS Y DE CÓMO SOIS FOMENTANDO ACTITUDES POSITIVAS SOBRE SEXUALIDAD.



la adolescencia y la sexualidad. Lo que tenes que saber

¿Qué es la sexualidad en la adolescencia?

La sexualidad en la adolescencia es aquella en la que el joven se desarrolla física y mentalmente, adquiriendo los caracteres sexuales secundarios (los que no tienen que ver con el órgano reproductor, como la nuez en los hombres o el ensanchamiento de las caderas en las mujeres) y desarrollando el pensamiento maduro; pero también despierta un comportamiento sexual, se transforma en un ser sexual.
La sexualidad no sólo tiene que ver con el acto de reproducirse, sino que representa la generación de deseos, sentimientos, fantasías y emociones, es decir, el desarrollo de una identidad sexual, que se puede definir como aquella parte de la identidad del individuo que le permite reconocerse y actuar como un ser sexual.

Etapas del desarrollo de la sexualidad

Al igual que el desarrollo físico y mental, la sexualidad se forma gradualmente y necesita pasar por una serie de etapas antes de completarse. Los cambios que se producen en la sexualidad pueden enmarcarse dentro de las etapas de la adolescencia y la pubertad, ya que las transformaciones físicas y mentales condicionan sobremanera el desarrollo de la sexualidad y de la identidad sexual:
  • Adolescencia temprana (11-13 años): Durante esta etapa, que se caracteriza por la velocidad de los cambios físicos en el adolescente, el joven se encuentra aún lejos del deseo sexual adulto, por lo que se presenta como una fase de autoexploración (a menudo a través de la masturbación), debido a los nuevos cambios físicos y psíquicos que experimenta (como la aparición de los primeros impulsos sexuales y de la espermarquia o primera eyaculación), y también de exploración del contacto con el otro sexo.
     
  • Adolescencia media (14-17 años): El adolescente ya está casi completamente desarrollado, sus órganos sexuales están listos para la reproducción y el deseo sexual se incrementa. En esta fase se desarrolla una sensación de invulnerabilidad y fortaleza que inducen al joven a comportarse de una forma narcisista. Se empieza a buscar el contacto habitual con el otro sexo y pueden llegar las primeras relaciones sexuales. El adolescente no sólo responde a sus impulsos sexuales, sino también a su narcisismo, es decir, pone a prueba la propia capacidad de atraer al otro. También se considera que durante esta etapa se produce el auge de las fantasías románticas.Las relaciones sociales fuera del entorno familiar, especialmente con amigos, empiezan a tener preponderancia, por lo que el adolescente contrapone los valores y la educación sexual recibida de sus padres con la de sus amigos (en muchas ocasiones llenas de mitos derivados de la poca o nula experiencia sexual), lo que puede acarrear riesgos, si a esto se suma que el adolescente aún no ha desarrollado del todo el pensamiento abstracto y en algunas ocasiones le cuesta pensar en las consecuencias de sus actos. Además, al no haber desarrollado por completo el pensamiento adulto, el adolescente utiliza los sentidos para expresar sus emociones.
     
  • Adolescencia tardía (17-21 años): El adolescente se ha desarrollado por completo, física y psíquicamente. La capacidad de pensar en abstracto y de ser consciente de las consecuencias futuras de los actos hace que el joven pueda mantener relaciones sexuales maduras y seguras. El deseo ya no sólo responde a un estímulo o pulsión sexual, sino que el adolescente, ya adulto, comienza a buscar otros valores en sus relaciones sociales, como la confianza o la reciprocidad.
     

La importancia de recibir una buena educación sexual

La pubertad y el desarrollo sexual son etapas de cambios constantes, donde el deseo y los impulsos sexuales dominan a una parte racional que no está del todo desarrollada. Recibir una buena educación sexual es muy importante, no sólo a corto plazo, es decir, para que el adolescente supere sin riesgos sus etapas de maduración física y psíquica, sino también para establecer el comportamiento sexual que tendrá el joven cuando sea adulto.
Durante la adolescencia, el joven está expuesto a riesgos que se deben evitar mediante medidas preventivas:
  • La sexualidad entra dentro de la intimidad: Las relaciones sexuales pertenecen a la intimidad de las personas, por lo que no es necesario compartir los detalles sobre las mismas, a no ser que se quiera hacer. Los padres y el entorno no deben presionar al adolescente.
     
  • Desarrollo de habilidades sociales y de autocontrol: Los impulsos sexuales dominan a los racionales durante la adolescencia, sobre todo al comienzo de la fase de adolescencia media, donde el joven ya ha desarrollado por completo sus órganos sexuales pero no el pensamiento adulto. La educación debe proveer al adolescente de conocimientos que le permitan desarrollar conductas y comportamientos sexuales correctos.
     
  • Informar: Es vital dotar al adolescente de la información necesaria sobre los riesgos que traen las relaciones sexuales sin protección (embarazo precozEnfermedades de Transmisión Sexual, etcétera), así como de los beneficios que reporta practicar sexo seguro.